En un instante revelador, La Palestra entrega la entrevista con la aclamada cantautora Ana María Naranjo, ganadora de la obra inédita en la categoría vocal del pasado Festival Mono Núñez, Edición 50.
Publicista de profesión, iniciada en la música por su padre, quien fuera su maestro de siempre hasta el día en que emprendió su viaje sin retorno, un 16 de marzo de 1998.
Una mujer cauta, delicada y exacta cuando de hablar y escribir se trata, con una sensibilidad que trasciende más allá de la piel y refrenda con decoro la maravilla fascinante de sus versos.
Ana María Naranjo es la arquitecta de mágicas consonancias que han servido de inspiración para una generación, que ve en ella, a la poeta que trasciende con sus letras y logra penetrar con su acento lo más profundo de las fibras.
La maestra Ana María ha obtenido muchos galardones en su carrera como compositora, entre ellos destacamos solo algunos como: el Gran Premio “Mono Núñez”, canción inédita “Picoteando” en Ginebra, Valle en 1986, Gran Premio “Luis Carlos González”, Festival Nacional del Bambuco, canción inédita” Alma Campesina” en Pereira en 1993, Gran Premio “Pipintá de Oro” en el Festival Nacional del Pasillo canción inédita «Solo en abril” en Aguadas, Caldas.
Gran Premio Nacional de Composición en el concurso “Carlos Vieco Ortiz” canción inédita”, La Nana” en Medellín en 1997, mención de honor en el Festival Nacional del Pasillo, canción inédita “Mi piel te dirá” en Aguadas, Caldas, segundo puesto en el Festival Hatoviejo Cotrafa modalidad instrumental con «Bambalinas” en Bello, Antioquia, premio “Casita Quindiana” a la mejor autora y compositora quindiana, canción “Por ti guitarra” en el Comité de Cafeteros del Quindío, en 1996, entre muchos otros.
Hace apenas unos días su bambuco «Paisaje Campesinero», defendido por el Dueto Renaceres de Caldas en la edición 50 del Festival Mono Núñez, fue declarada como la canción ganadora en la modalidad vocal y por eso quisimos indagar con la progenitora de estos bellos acentos, la historia que hay detrás de esta monumental obra que llega a engrandecer el cancionero colombiano.
Estas fueron sus apreciaciones:
“Como publicista, fui contactada por el señor Diego Mora del comité departamental de cafeteros del Quindío para realizar una propuesta de logo, imagen y diseño de un proyecto cultural que estaban desarrollando entre los municipios de Montenegro y Pueblotapao.
Este proyecto incluía la producción gráfica de un disco con temas del autor y compositor, maestro Ancizar Castrillón Santa, resultando mi propuesta favorecida.
El día en que me invitaron a conocer el Parque de la Cultura Cafetera, como fue llamado en principio, tuve el placer de contemplar con mis propios ojos semejante belleza desde el mirador de guadua ya construido por el prestigioso y reconocido arquitecto Simón Vélez. En ese momento quedé aún más enamorada del Quindío, mi departamento, cuna de mi padre y mía.
Como sabes, querido José Ricardo, mi maestro fue mi padre, Alfonso Naranjo Gómez, quien además de cantar precioso, tocaba y mimaba a su tiple como si fuera su más preciado tesoro, no dejaba que nadie lo tocara.
La inspiración nació con ese tiplero cariñoso que también me contaba historias de mi abuelo y que en su infancia había vivido en una finca, conociendo perfectamente la labor del arriero de a pie, porque le tocaba arrear las mulas cargadas con el producto de la cosecha de mi abuelo José Manuel Naranjo.
Este fue otro motivo de inspiración, y por supuesto, al conocer que dentro del proyecto se tenía contemplado vestir a las mujeres de chapoleras para recibir a los visitantes, se completó el cuadro, dando lugar a la poesía.
Le hice a mi padre un poema que titulé más adelante «Paisaje campesinero», inspirado en la labor campesina y explicado en el proemio.
El objetivo era regalarle este poema a mi padre, así que se lo regalé. Cuando lo leyó en voz alta, me dijo: ‘Hija, es una de las cosas más hermosas que has escrito; es como si lo hubiera escrito mi querido amigo y poeta Luis Carlos González’; me dejó sin habla porque sabía cuánto lo admiraba y luego concluyó: ‘Hay que ponerle música’.
Sin embargo, ese maravilloso momento se opacó poco después con la muerte de mi padre y guardé el poema. Solo hasta hace 4 meses, cuando decidí revisar mis escritos, lo encontré y para rendirle homenaje me preparé para llevarlo al Mono Núñez.
Para mi satisfacción pasó el filtro entre las 38 obras vocales enviadas por participantes, quedando solo tres incluido mi bambuco, que finalmente el 1 de junio de 2024 resultó ser la ganadora en la categoría de obra inédita.
Dado que he vivido en un entorno cafetero durante 43 años y conozco las dificultades que están viviendo los cafeteros, decidí enviar este mensaje de esperanza a todos los que forman parte del PCC o Paisaje Cultural Cafetero, mientras pasan las tormentas políticas del país.
Un mensaje que los arropara como un cafecito con agua de panela, con poesía y música para aliviar un poco su desesperanza”.
“Ámame”, “Rutina”, y otras hermosas composiciones, como “Michel, Michel”, baladas, valses y proverbiales consonancias de otros aires, hacen parte de un inmenso catálogo hecho con devoción, donde Ana María canta a la vida y al amor con un carácter descriptivo envuelto en hojas de café montañero y el aroma fascinante de los amaneceres.
La maestra Ana María fue contratada por la Sociedad de Mejoras Públicas de Manizales, creó la campaña “El buen manizaleño se nota”, un jingle y una canción para grandes y chicos titulada “Las buenas costumbres”, cuyo objetivo contemplaba recuperar la imagen de ciudad culta, despertando al manizaleño del letargo cívico en que se encontraba y, por ende, educar y conquistar a quienes estaban apenas comenzando la vida.
“Puedo demorar un año o dos haciendo un tema, característica que consideran algunos es una ventaja, ya que cuando saco a la luz una composición, han tenido la fortuna de triunfar”.
Obra: «Paisaje Campesinero»
Ritmo: Bambuco Fiestero
Proemio
El texto es un homenaje al Paisaje cultural cafetero PCC, específicamente a la caficultura andina colombiana, a la familia campesina cafetera, al «Parque del Café», al Gremio y a la institucionalidad cafetera de nuestro querido país, con acento en el Eje Cafetero.
A pesar de que la palabra “Campesinero” no se encuentra en el diccionario de la lengua española, se trata de un vocablo creado a partir de la expresión lingüística de «carantoñero» que significa mimar, y cuando en el poema de la composición se hace referencia al “tiplero”, la autora trata de destacar a aquella persona que mima a su tiple, que es emblema nacional, como su más preciado tesoro.
De igual manera, cuando en el poema se habla del “Paisaje Campesinero”, se hace referencia a ese entorno creado por Dios y al resultado de esa labor campesina que mima los ojos de quienes lo contemplan.
La autora destaca la belleza del paisaje campesino y la importancia de este entorno en la vida de quienes lo contemplan. Utiliza metáforas y expresiones propias de la región para resaltar la conexión especial entre el paisaje y sus habitantes.
El poema transmite una profunda apreciación por la tierra, el trabajo campesino y la belleza natural, destacando la importancia cultural y emocional que tiene para quienes lo habitan.
Es un texto muy emotivo que busca transmitir amor y admiración por esta hermosa región a través de la música.
Texto:
Desde tu trono de guadua, símbolo para admirarte,
dijo mi voz con gracejo cuando pude contemplarte:
Paisaje Campesinero, imposible es enmarcarte
con mero lo cafetero, son como mil obras de arte.
Vení, subí, mirá, cantá, a ver qué decís tiplero de esta tierra sin igual (bis).
Paisaje que hizo que el tiple se acompañara de voz,
con palabras que, por simples, por simples, las puso Dios,
en el alma de poetas, tipleros carantoñeros
recordados por arrieros y en honor… por cafeteros (¡Ayayaiii!)
Vení, subí, mirá, cantá, a ver qué decís arriero de esta tierra sin igual (bis).
Si hiciste que los tipleros se acompañaran de voz,
¿qué no decir de este arriero si sos la cuna de yo?
Cuna que tuvo por barras las ramas de los cafetos
y en sus primeras andanzas rojos granos de café,
codicia de aquellos tiempos y en de qué… (¡¡¿qué?!!) ¡después también!
(expresión de pa pa, pa pa pa …) Vení, subí, mirá, cantá,
a ver qué decís muchacha de esta tierra sin igual (bis).
Si hiciste que chapoleras se derritieran por vos,
¿cómo no decir te quiero? si sos hechura de Dios (intérpretes se miran y suspiran)?
Pero un te quiero es poquito; por eso te digo yo:
te has ganado el corazón de todos los que te han visto … (expresión de júbilo ayayay …)
Vení, subí, mirá, cantá; porque aquí decimos todos de esta tierra sin igual:
¡Cómo me alegro paisaje que no puedan enmarcarte
para poder contemplarte cuantas veces quiera yo.»
