El Festival Internacional de la Cultura Campesina de Boyacá se ha consolidado este año, como uno de los eventos culturales más importantes del país celebrando no solo la riqueza del campesinado boyacense, sino también la diversidad y la tradición que caracterizan a esta tierra.
En lo transcurrido hasta ahora, este año, el festival ha sido un rotundo éxito, destacándose por su amplia y variada programación que ha logrado cautivar a todos los públicos, desde los más pequeños hasta los más grandes.
La edición del FICC 2024, ha sido un verdadero viaje por las raíces culturales de Boyacá, el país y el mundo, ofreciendo una agenda repleta de actividades que incluyen música, danza, teatro, arte popular, gastronomía típica, literatura, artes plásticas, y, por supuesto, un espacio para el intercambio de saberes ancestrales. Desde las coloridas representaciones de los grupos folclóricos más representativos hasta los conciertos de artistas internacionales que han traído consigo la fusión de sonidos globales y locales, el festival ha demostrado que no hay fronteras para la expresión artística.
Uno de los aspectos más destacados ha sido la inclusión de actividades para toda la familia y en cada rincón del festival se han diseñado espacios pensados para los niños, los jóvenes, y los adultos mayores, garantizando que todos tengan un lugar en el que sentirse parte de esta celebración. Talleres de arte, exhibiciones de artesanías, y mercados campesinos han permitido que los asistentes se conecten con las raíces de Boyacá de manera interactiva y enriquecedora.
Además, el festival ha servido como un importante punto de encuentro para promover el turismo en la región, mostrando a visitantes nacionales e internacionales lo que Boyacá tiene para ofrecer: un territorio lleno de historia, cultura, y naturaleza. La gastronomía local, con sus sabores únicos, ha sido otro de los grandes atractivos, ofreciendo platos típicos como la arepa boyacense, el mute y el ajiaco, que han deleitado a los asistentes.
El Festival Internacional de la Cultura Campesina de Boyacá ha demostrado ser mucho más que un evento cultural; ha sido un espacio de integración, de visibilización de nuestras tradiciones y un motor para el desarrollo local, un evento donde cada rincón de la región brilla con orgullo, mostrando al mundo la vitalidad y el alma de un pueblo que, a través de su cultura, sigue fortaleciéndose y creciendo.
La descentralización del Festival Internacional de la Cultura Campesina de Boyacá (FICC) ha sido otro de los aspectos más trascendentales de su crecimiento y consolidación a lo largo de los años, iniciativa que ha permitido que el festival no se limite únicamente a los grandes centros urbanos, sino que se extienda de manera significativa a los diferentes municipios y regiones de Boyacá, logrando así un impacto directo en las comunidades rurales y campesinas.
El FICC, a través de su modelo descentralizado, ha logrado llevar la cultura y la tradición de Boyacá a rincones alejados, permitiendo que las diversas manifestaciones artísticas y culturales propias de cada municipio sean las protagonistas en cada edición y esto ha sido fundamental para dar visibilidad a las prácticas y costumbres de cada zona, y fortalecer la identidad cultural de Boyacá en su totalidad.
La descentralización del festival ha favorecido un intercambio cultural enriquecedor, no solo entre los municipios boyacenses, sino también con otras regiones del país y del mundo. Los artistas locales, comunidades indígenas, campesinos y grupos folclóricos de los distintos rincones de Boyacá han tenido la oportunidad de presentarse ante públicos diversos, lo que les ha permitido acceder a nuevos escenarios y mercados para sus expresiones culturales.
Además, al llevar el festival a los municipios, se ha logrado dinamizar la economía local y promover el desarrollo regional, puesto que las localidades anfitrionas experimentan un auge en actividades comerciales, hoteleras y turísticas. La descentralización también ha permitido una mayor participación de la ciudadanía, integrando a las comunidades en la organización y en la experiencia misma del festival, creando un sentido de pertenencia y orgullo por sus tradiciones.
Con una programación que ha tenido de todo y para todos, este festival se reafirma como un ícono de la identidad boyacense, un verdadero puente entre generaciones, culturas y naciones y la organización en cabeza de Carlos Amaya Rodríguez, Mireya Becerra Quiroz y Ricardo Rojas Sáchica, se ha anotado un verdadero hit, en lo que ha transcurrido del evento orbital.